Recordando el Tour de Francia: 90ª Edición

La carrera más importante del mundo llegó a su edición 90ª en el 2003, el Tour Francés se celebró en París, una de las tres carreras más importantes en que se celebran cada año celebra el inicio y final de la carrera en París y mantiene a otros países dentro de su itinerario, haciendo de este un evento magnamente importante para Europa, en donde la carrera inicia en el hermoso Monte-isla Saint-Michel (Normandía), recorriendo países como España, Alemania y Holanda, celebrado en Julio y con una duración de tres semanas.

Su primera edición se corrió en 1903 y desde ese momento el Tour no se interrumpido más que por las guerras mundiales que han existido en nuestra historia, desde 1915 hasta 1918 y desde 1940 hasta 1946 y es la que se ha corrido por más años dentro de las tres carreras más importantes, llamadas “Grandes Vueltas” del ciclismo, entre ellas están la Vuelta a España y el Giro a Italia, todas estas importantes para todo aquel que quiera tomar parte en la historia del ciclismo y poder dejar una huella.

Los privilegios de un ciclista bien entrado, tenaz y con mucha experiencia en este tipo de eventos conlleva a mucho dinero, un puesto junto a las leyendas del ciclismo y 1800 puntos a tu favor para poder entrar al Cycling Hall of Fame, o lo mismo que es el Salón de la Fama del Ciclismo. Es por eso que miles de ciclistas intentan entrar al Tour y sólo unos pocos tienen ese privilegio, sin embargo un buen ciclista se puede encontrar detrás de mucho trabajo, esfuerzo y un ímpetu incorruptible.

La edición que hoy recordamos es la 90ª en donde del 5 al 27 de julio de 2003 los mejores talentos ciclistas del mundo se dieron cita para disputarse el trofeo del tour y la suntuosa suma de dinero que recibe el ganador comenzando y terminando en su clásica sede, París, cubriendo un total de 3426 KM, siendo este su edición de centenario fue una especial ya que se recorrió el trayecto original que se corrió en su primera edición, esto fue una carrera que no salió de Francia, además se conjuró la clasificación del centenario la cual fue ganada por Stuart O’Grady.

En el año 2003 se reunieron 198 participantes dispuestos a demostrar su talento y destreza como ciclistas en las vueltas celebradas, sin embargo el favorito que destacó ese año fue Louis Armstrong el famoso ciclista iba por su quinta medalla por año consecutivo, y sus adversarios se mantenían con una sola meta, el de destronarlo y llevarse a casa el más grande honor como ciclista, su competencia fue ardua y muy talentosa, ciclistas de todo el mundo compitieron por su lugar, sin embargo Armstrong demostró su capacidad al ganar la medalla de oro y mantener su reinado como campeón. En palabras del propio Armstrong expresa que esa no fue su contienda más elegante y que sin duda había tenido mejores previamente.

Uno de los temas que resultó en conflicto involucra su propio aniversario, siendo este el centenario del Tour se pensó en honrar sus raíces y hacer de esta edición en particular un recuerdo y conmemoración de la primera de todas las ediciones del Tour Francés, la ruta que se eligió por los organizadores del Tour, fue pensada en post del recuerdo y valorización del Tour ya que se pensó como un tributo a los viejos tiempos, cuando el Tour no era lo que es hoy en día, se quiso vanagloriar la primera edición recordando una ruta Francesa, sin ningún otro país como parte del recorrido del Tour, sino que en su primera edición la carrera fue en su totalidad francesa.

Algunos participantes tuvieron algo que decir y no muchos estuvieron de acuerdo con la ruta escogida para el centenario ya que era la primera vez que recorren la ruta, acostumbrados a la ruta de siempre los participantes se sintieron intimidados por desconocer la ruta y pensaron que se escogió para perjudicarlos sin embargo otros participantes se mostraron emocionados y sintieron una pasión de aventura a la hora de conocer la ruta que recorrerían por tres semanas, siendo esta edición una muy especial.

Como Greg LeMond, previo ganador de tres ediciones del tour expresó, «Creo que la ruta es equilibrada, pero siempre lo ha sido. Sea cual sea la ruta, siempre es el ciclista más fuerte que gana.» el ciclista que ganará no ve la ruta como un obstáculo sino como una ventaja conociendo y valorando los puntos de la ruta para convertirla a su favor y poder mantener una mirada objetiva para con la ruta. 

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